¿Qué significa la adopción masiva?
“Bitcoin será la moneda global”, predican algunos. Esta frase viene asociada de un sentimiento sumamente alcista. Los bitcoiners saben que si esto sucede, el valor de sus fortunas, sean múltiples bitcoins o algunos satoshis, se multiplicará. Pero, ¿qué significa que el Bitcoin se adopte de forma masiva?
Un largo camino
Las criptomonedas pasaron de ser un proyecto interesante en una lista de mails de nicho a una enorme industria de más de US$ 250 mil millones. Recién ahora, la marca Bitcoin es reconocida mundialmente y gran parte de las personas escuchó hablar de la criptomoneda creada por Satoshi Nakamoto.
Pero aún estamos muy lejos de la “adopción masiva” con la que sueñan los traders. Estos nuevos activos digitales tienen múltiples casos de uso y cada uno de ellos avanza a su propio ritmo. Algunos, como la reserva de valor, ya alcanzaron niveles significativos. Según publicó el medio especializado CoinTelegraph, ya para mitad del 2019, el 11% de los estadounidenses tienen ahorros en Bitcoin. A su vez, el mismo estudio desarrollado por Bogart concluye que el 90% escuchó hablar sobre Bitcoin.
11% es un crecimiento enorme. Actualmente la red Bitcoin ya almacena más valor que las monedas de varios países medianos. Esto significa que más personas están usando la tecnología para resguardar valor, pero su uso como medio de pago o simplemente como registro distribuído avanza más lento.
El fin de la industria cripto
La adopción masiva llegará cuando muera la “industria cripto”. Si las criptomonedas, las block chains y los activos digitales pasan a ser de uso general, esta división entre las viejas tecnologías centralizadas y el nicho cripto debe desaparecer. Las organizaciones que desarrollan tecnología cripto pasarán a formar parte de la gran industria tecnológica al igual que lo hicieron las redes sociales.
Pero para esto es necesario que la industria se enfoque en su principal falencia: la falta de una buena experiencia de usuario. Los primeros en llegar al ecosistema fueron programadores y matemáticos, gente que aportó sus ideas para desarrollar redes robustas, descentralizadas y (des)confiables. Ahora, la industria tiene un importante déficit de diseñadores y gente dedicada a mejorar la interacción entre los usuarios y estas nuevas plataformas. Al igual que la persona promedio no entiende, ni le interesa entender cómo funciona el protocolo TCP/IP sobre el cual está montado Internet, tampoco debería tener que entender cómo funciona Bitcoin más allá de saber enviar, recibir y almacenar su dinero de forma segura.
¿Y las instituciones?
La adopción institucional es otro de los grandes pasos. El lanzamiento de Libra, la red de pagos desarrollada por Facebook, podría impulsar nuevas regulaciones y políticas gracias a su poder de lobby.
A su vez, los bancos que hoy le proveen servicios y cuentas a las empresas cripto están en la posición indicada para comenzar a desarrollar sus propios servicios de activos digitales, sea venta, cambio o custodia.
Sin embargo, este paso depende de los organismos reguladores, sin su aprobación las grandes instituciones solo pueden ver desde lejos a las startups que, sin tantas ataduras, tienen la libertad necesaria para impulsar nuevos productos y servicios.