Los pagos con cripto ya son moneda corriente
En sintonía con el crecimiento del mercado de las monedas virtuales, aumenta el número de locales y de trabajadores independientes que incorporan al Bitcoin y a otras cripto como medio de pago en la Argentina. La experiencia de los que ya las usan acá y ahora.
“Bitcoin es la forma más rápida, segura y confiable de aceptar un pago internacional con seguridad y fiabilidad, con la certeza de que no habrá problemas bancarios ni de contra-cargos, lo cual para un e-commerce es un must-have”, comenta el empresario Nicolás Rodríguez Sande, miembro de la comunidad de Buenbit.
Este testimonio deja en evidencia cómo el crecimiento del mercado de valores de las criptomonedas abre nuevas puertas: los argentinos ya eligen las monedas virtuales como medio de pago alternativo para sus compras diarias por sus múltiples facilidades. Y aunque muchos las consideran un método de pago exclusivo para “techies”, su uso empieza a masificarse.
Comerciantes y profesionales en el país ofrecen pagar con ellas, atentos a la necesidad creciente de sus clientes de contar con más opciones a la hora de abonar productos y servicios. Ganan lugar en locales barriales, pero también entre freelancers y trabajadores autónomos. Es que ahora no solo se puede comprar un café, un helado o una hamburguesa y pagar en cripto, sino que también se puede contratar a un abogado, a un diseñador o a una agencia de marketing y abonar sus honorarios de esta manera, sin importar dónde se encuentren las partes.
El ecosistema de los pagos digitales y el uso de las cripto hoy
En la Argentina, se estima que el 1,5 % de la población ya invierte en criptomonedas y que la comunidad local de Bitcoin supera los 400.000 usuarios, de acuerdo con la ONG Bitcoin Argentina. El país demostró un crecimiento considerable en los últimos años: Buenos Aires es el segundo mayor ecosistema de monedas virtuales del mundo, detrás de Praga, según un relevamiento de Forbes. La capital porteña está en la cima del ranking de Latinoamérica. Le siguen Bogotá, la Ciudad de México, Caracas y Río de Janeiro, ciudades que completan el top-5 regional.
Con las medidas de aislamiento y el funcionamiento limitado de los bancos con horarios reducidos y turnos programados, la pandemia aceleró la adopción de cripto como medio de pago electrónico. En la cuarentena, más de la mitad de los argentinos recurrió a pagos digitales, según un estudio de Mastercard en conjunto con Kantar, informe que también reveló que el 56 % de los encuestados piensa que para 2030 ya no se pagará con efectivo.
En sintonía con el mayor interés por parte de la población, los comerciantes también empiezan a aceptar esta modalidad, con el objetivo de brindarle a sus clientes más opciones a la hora de abonar. La Capital Federal cuenta con al menos 200 comercios en los que se puede pagar con criptomonedas. La mayoría se concentra en el microcentro, San Telmo, Retiro y Barrio Norte. Según el mapa colaborativo CoinMap, elaborado por usuarios de cripto en base a los locales que ofrecen esta alternativa, heladerías, restaurantes, bares, supermercados y librerías son algunos de los establecimientos que ya habilitaron este medio de pago.
En resumen: si consideramos la alta aceptación de pagos con smartphones y la creciente necesidad de liquidarlos de forma inmediata, se observa que hay un mercado fértil para un mayor uso de las cripto, tal como ocurre de manera acelerada y sostenida desde hace tiempo.
A nivel global, la consultora McKinsey dio cuenta de esta tendencia: destacó el crecimiento de las cripto desde el brote del coronavirus. A fines de 2019, previó un incremento del 6 % en su uso para 2020, pero ahora proyecta que el año terminará con un aumento cercano al 10 %. Para entender la magnitud de este negocio, un dato ilustra el panorama: se calcula que en 2019 se enviaron 4.000 millones de dólares solo en Bitcoin en todo el mundo, según la fuente Chainalysis.
Los casos de los que ya aceptan cripto
Según los comerciantes y los profesionales que aceptan criptomonedas como medio de pago, resulta un método práctico y seguro, cada vez más demandado por los clientes. Además de llegar a un público más amplio, destacan otras ventajas que les genera.
Federico Meinardo es consultor y trabaja en la agencia de marketing digital MarketingPont.com. En 2016, la compañía recibió el primer pago con Bitcoin. “Los años siguientes sumamos otras cripto. Creció la cantidad de clientes que las usan como medio de pago y ya equivalen a una parte importante de los ingresos de la agencia”, señala.
Para Meinardo, aceptar cripto significa dejar de depender de intermediarios como Paypal, MercadoPago o los bancos. “De esta manera, no hace falta esperar el plazo que cada entidad decida conveniente para disponer del dinero. Representa una ventaja competitiva y lo será aún más en los próximos años”, asegura.
Ulises Cavenaghi, diseñador gráfico y usuario de Buenbit, concuerda con Meinardo. “Me permite obtener un mayor rendimiento del cobro de mi servicio. Con las plataformas tradicionales que actúan como intermediarias, se pierde mucha plata en comisiones. Y además la velocidad es menor. ¡Recibo el pago en cuestión de minutos y accedo al dinero en mi wallet!”, sostiene.
“En mi profesión, se usa mucho el pago en efectivo y, en menor medida, las transferencias bancarias. Hay poca gente acostumbrada a las cripto, pero aceptarlas implica una facilidad extra para el cliente y marca una diferencia. Demuestra cierta apertura y hasta llama la atención”, analiza Nicolás Verderosa, abogado de La Plata, que incorporó este medio de pago años atrás, cuando tuvo como cliente a un colega que vive en los Estados Unidos con negocios en la Argentina. “Esa fue la primera vez que lo acepté. Creo fervientemente que es el futuro”, agrega.
Nicolás Rodríguez Sande invierte en cripto desde 2014, y desde hace dos años las usa también como medio de pago para proveedores del exterior. “Es una manera de acortar los tiempos y los costos, con rapidez y seguridad”, afirma, y añade que el equipo de sistemas de su compañía está desarrollando su propia plataforma de cobro. Para Sande, los beneficios son varios. “A las empresas, les permite realizar una inversión rápida de sus ingresos y generar retornos, como así también usar los bitcoins que reciben por ventas para otros pagos, como hacemos nosotros”, explica. “En la actualidad, la oferta de plataformas de exchange en la Argentina es diversa, por lo cual ya no es un problema hacerse de la moneda de curso legal. Hoy, es mucho más fácil que años anteriores”, concluye.