5 mitos alrededor de las criptomonedas y cómo desarmarlos
Las criptomonedas, como cualquier fenómeno disruptivo, conllevan muchos mitos producto del desconocimiento, pero también del temor que provoca la inminencia de un cambio copernicano: muchos analistas ven las criptodivisas como una nueva y superadora etapa del capitalismo en la que los únicos que perderán serán los intermediarios entre el valor y las personas. Ahora, la seguridad la brinda la tecnología y no las instituciones pantagruélicas de antaño.
Mito 1: Blockchain es Bitcoin
Al principio de la “fiebre por las criptos”, Bitcoin se convirtió en sinónimo de monedas digitales. Y todos los términos a su alrededor cayeron en la volteada. Una de las víctimas fue Blockchain, que mucha gente tiende a confundir con Bitcoin. De hecho, hay quienes creen que son lo mismo, pero no: Blockchain puede existir sin criptoactivos (aunque no a la inversa).
En realidad, Blockchain es la tecnología que permite que las transacciones entre pares se registren en una suerte de libro digital distribuido a través de la red, donde constan las transacciones públicas de criptomonedas, entre muchas otras cosas.
Bitcoin, por su parte, es una criptodivisa que puede ser intercambiada directamente entre dos personas sin involucrar a ningún tercero (un banco). Los Bitcoins se crean en una cadena de bloques y se almacenan en una cartera virtual.
Mito 2: Blockchain solamente sirve para criptomonedas
En la misma línea, incluso entre quienes están al tanto de la diferencia entre Blockchain y Bitcoin, existe la creencia de que las cadenas de bloques solo sirven para las criptomonedas. Por eso hay que recordar que esta tecnología puede ser usada para revolucionar otros sectores además del financiero. Por ejemplo, en el sector de la salud, los registros médicos pueden almacenarse de forma segura y compartirse entre el personal médico, independientemente del lugar del mundo en el que se encuentren los profesionales o el paciente.
El sector de los alimentos, por caso, también puede utilizar la cadena de bloques para rastrear todo el proceso de entrega de productos: si se tratara de una res vacuna, por ejemplo, se podría registrar información que va desde el ciclo de vida del animal hasta el momento en que un corte específico aparece en una góndola de supermercado. Y esto ya está ocurriendo: Walmart le exige a sus proveedores utilizar Blockchain para mejorar los procesos de trazabilidad de los productos perecederos.
Mito 3: Los tokens digitales son monedas digitales
Los tokens y las monedas se confunden a menudo e incluso se usan como etiquetas intercambiables. Pero no, se trata de conceptos completamente diferentes, aunque en ocasiones relacionados.
Las monedas digitales tienen una sola utilidad: actúan como una reserva de valor, como la moneda fiduciaria. Se utilizan para el intercambio monetario o como método de pago. Entre los criptoactivos, además de Bitcoin, están las stablecoins. Estas criptos son, justamente, “tokens”, una unidad de valor emitida por una entidad privada, asociadas al precio de una moneda fiduciaria, como el dólar o el euro, o a bienes materiales como el oro, inmuebles o incluso otra criptomoneda.
La motivación para la creación de una stablecoin es crear un refugio para que los inversores puedan resguardar sus activos en momentos de volatilidad. La más conocida de todas las stablecoin es DAI, que está atada a un contrato inteligente que garantiza la estabilidad del sistema.
Mito 4: Las criptomonedas son para los criminales
Hay algo real: la descentralización y el anonimato que permite Blockchain son bastante atractivas para los delincuentes. En el pasado, los ellos han aprovechado para ejecutar actos ilegales.
Sin embargo, las criptomonedas han pasado de ser consideradas como una actividad “oscura” a convertirse en una posibilidad real para quienes quieren asegurar el valor de sus activos legales. No por azar hoy varios gobiernos están evaluando la posibilidad de emitir criptodivisas: un ejemplo son las provincias argentinas endeudadas que ya tienen esta opción entre las posibles medidas a tomar.
Mito 5: Las criptomonedas solo sirven para especular
El drástico aumento del valor de las criptodivisas a finales de 2017, seguido de una serie de correcciones en estos últimos años que llevaron a que sus valores varíen hacia arriba y hacia abajo, llevó a que muchos descarten las criptos por su supuesta naturaleza fluctuante.
No obstante, las criptodivisas se diferencian de un activo físico, como una casa, por ejemplo: incluso si el precio cae, la casa no deja de existir ni se achica, lo cual no significa que si una moneda no está respaldada por un activo físico, su valor sea puramente especulativo. El dólar estadounidense no tiene un valor intrínseco, pero todo el mundo confía en ellas. Justamente, y para romper con esta idea especulativa, es que se crearon las stablecoin que tienen detrás a un activo fuerte. Como ya se mencionó más arriba, DAI está atada al dólar en la mayoría de sus casos, lo cual hace que un DAI equivalga a un dólar.