Un Bitcoin más anónimo pone en riesgo a las privacy coins
Contrario a lo que muchos creen, las transacciones en Bitcoin no son anónimas sino seudónimas. Todas son vulnerables y pueden ser trazadas y los individuos que las realizaron pueden ser identificados. Para evitarlo, la comunidad desarrolló sus propias herramientas y las futuras mejoras de Bitcoin podrían hacer de la primera criptomoneda un sistema verdaderamente opaco.
El camino hacia una mayor privacidad
La caída de The Silk Road, el primer gran mercado negro que operó con criptomonedas, alertó a la comunidad sobre los problemas de las transacciones seudónimas. La justicia estadounidense ubicó a Ross Ulbricht al seguir sus transacciones. Desde entonces, los desarrolladores redoblaron sus esfuerzos y crearon nuevas herramientas para proteger la privacidad de los usuarios de Bitcoin.
Así, surgió una nueva camada de servicios como CoinJoinque permite combinar múltiples transacciones para evitar que un tercero pueda distinguir quién le pagó a quién. Según Wasabi Wallet, una billetera que integró este servicio, esta clase de transacciones ya alcanzó el 4% del total.
Otros esfuerzos también concluyeron en nuevos protocolos. MimbleWimble usa pruebas zero-knowledge, donde no se guarda información sobre los remitentes, para crear transacciones completamente opacas pero que igual pueden ser validadas. Si bien por ahora se implementó para crear una nueva altcoin llamada Grin, Bitcoin podría usar la tecnología en el futuro.
A su vez, las firmas Schnorr están cada vez más cerca de ser implementadas en Bitcoin. Estas permitirán mejorar la escalabilidad de Bitcoin al agregar múltiples firmas en una sola y como efecto secundario, abarata los costos de mezclar transacciones al usar servicios como CoinJoin.
Mal tiempo para las privacy coins
No son pocas las monedas que se crearon para atacar el problema de la privacidad. Monero, Zcash, Komodo y otra decena de proyectos se centran en desarrollar divisas anónimas, pero debido al uso que les da la comunidad, no presentan buenas oportunidades de inversión.
Las monedas privadas funcionan como un servicio: las personas que quieran aprovechar sus ventajas las compran antes de realizar una transacción e al poco tiempo las envían,deshaciéndose de ellas. Esto hace que haya pocos incentivos para guardarlas a largo plazo ya que Bitcoin se presenta como una reserva de valor superior.
A su vez, se trata de proyectos menos estables que Bitcoin. Monero sufrió múltiples forks en 2018 que resultaron en cinco versiones distintas de Monero.
Al tratarse de tecnología open-source, toda innovación que surja en otros proyectos podría ser implementada por Bitcoin en el futuro. A medida que la principal reserva de valor del ecosistema aumente la calidad y oferta de servicios de privacidad, las privacy coins serán cada vez menos relevantes.