Blockchain: usos más acá y más allá de las criptomonedas

Blockchain: usos más acá y más allá de las criptomonedas

Perdimos  la cuenta de cuántas veces hemos hablado de Blockchain, lo seguro es que siempre lo hicimos vinculando esta tecnología a la red de Ethereum, a Bitcoin y a Dai, pero sus usos trascienden los mencionados y son casi tan infinitos como la creatividad humana. Acá veremos algunos de ellos.

¿A qué nos referimos cuando hablamos de tecnología Blockchain? Imaginen que tienen datos muy importantes guardados en su computadora personal, tan importantes, que deciden también guardarlos en la compu de sus oficinas y en la compu de un amigo. Para garantizar la seguridad y la disponibilidad permanente de estos datos, conectan las tres máquinas para armar un sistema donde la información se mantenga actualizada según vayan añadiendo datos, pero con un método que compruebe que cada cambio que se realiza sea válido y legítimo, es decir, hecho solamente por ustedes.

Ahora imaginen que, además, se ponen de acuerdo con alguien que tiene organizado el mismo sistema para guardar los datos conjuntamente y conseguir así aumentar el número de nodos, o sea, los puntos de contacto (o computadoras interconectadas) entre los elementos que conforman ese sistema. Así, si los datos que quieren proteger están en diversas partes y solo ustedes pueden acceder a ellos, aumenta la seguridad con que los protegen. Finalmente, imagínenlo a gran escala, con millones de “nodos”: esto es, más o menos, una Blockchain. [Acá más información].

Blockchain como medio de transacciones cripto

Blockchain significa, literalmente, “cadena de bloques”. Se trata de una base de datos distribuida, formada por cadenas de bloques diseñadas para evitar su modificación mediante la utilización de un sistema de encriptación y el enlazado de la información con los demás bloques.

En otras palabras, la tecnología Blockchain es un libro de cuentas enorme donde los registros (los bloques) están encriptados y enlazados entre sí, con el objetivo de salvaguardar la privacidad y la seguridad de las transacciones.

Ahora imaginemos que alguien, llamémosle Juan, quiere enviarle a otra persona, María, un bitcoin. Primero les avisa a todos los usuarios de la red que lo hará. Y acá entra en juego una característica muy peculiar: el proceso es privado porque nadie sabe que Juan es Juan y que María es María, sino que son denominadas bajo keys o “hashes”, los cuales contienen información alfanumérica que solo el usuario propietario puede conocer. De esta forma, pasan a ser solo cuentas digitales en un gran sistema de carteras.

Al enviar Juan su bitcoin, el proceso da inicio a un complejo protocolo de funcionamiento que tendrá como finalidad el traslado de ese bitcoin de la cartera de Juan a la cartera de María. Primero, los usuarios de la red comprobarán que, efectivamente, la cuenta de Juan tiene la cantidad necesaria para realizar la transacción y que, además, no se haya gastado dicho bitcoin antes. Una vez comprobado esto, se anota la transacción que posteriormente pasará a formar parte del bloque de transacciones.

Imaginemos ahora que Juan y María son usuarios nuevos. Podrían preguntarse qué tan segura es esta tecnología la Blockchain e incluso cuál es su margen de riesgo. De hecho, estas son algunas de las preguntas que habitualmente surgen alrededor del tema.

Para garantizar la seguridad y la privacidad del proceso, veremos a continuación el concepto de Proof of Work (POW) o, en español, Sistema de prueba de trabajo.

Como ya sabemos, la tecnología Blockchain consiste en una serie de bloques con información encriptada y fragmentada que garantiza la seguridad del proceso. Esta cadena de bloques se va armando poco a poco a medida que cada máquina que conforma la red de mineros resuelve un problema específico con una única solución.

Una vez que se encuentre la solución al problema, el bloque se añadirá a la cadena con la información encriptada del anterior bloque más la suya. Y recurriendo a la metáfora arquitectónica, esos bloques pasan a ser parte de un edificio; si un agente externo quisiera acceder a la información de uno de esos bloques, debería derribar el edificio entero para encontrar ese bloque, el punto es que el edificio está en todos lados y en ninguno al mismo tiempo.

Más allá de las criptomonedas

Como ya sabemos, la cadena de bloques está íntimamente relacionada con las criptomonedas como el Bitcoin. Pero, ¿es posible trasladar este concepto a otro tipo de transacciones? Claramente la respuesta es que sí y ahora te vamos a mostrar cómo.

Aplicar la tecnología Blockchain a otros sectores es una forma de otorgar transparencia a cualquier tipo de proceso y de suprimir cualquier tipo de intermediario (como pueden ser los bancos o los notarios), sustituyendo productos y servicios que dependen de terceros para así estar totalmente descentralizados.

Entre diversos usos, podemos mencionar algunos como los siguientes:

Administración  pública

Uno de los ámbitos más interesantes de la usabilidad de la cadena de bloques es la administración pública, la cual ganaría así una transparencia absoluta. Algunas de las aplicaciones de este sector podrían ser los registros de gastos, por ejemplo, en obra pública: solventando así los problemas de lentitud y los trámites burocráticos al unificar todo el registro de cada gasto/proveedor con esta tecnología.

Salud

Una de las primeras aplicaciones a la salud tiene que ver con la portabilidad de las historias clínicas de forma inmediata, segura y transparente, por ejemplo, a través de un código QR. El propietario de esos datos decide cuándo y con quién compartirlos.

Esto, además de ser una ventaja por la posibilidad de hacer una consulta con un especialista sean donde fuera que se encuentren las partes, lo es también con respecto al robo de identidades mediante datos clínicos, entre ellos, los referentes a seguros sociales y similares, que suelen alojarse en servidores centralizados.

También, hoy en día, encontramos una gran explosión de casos de uso de la tecnología Blockchain para poder rastrear, seguir y tratar enfermos potenciales por el coronavirus, al igual que ya se había comenzado a hacer en algunas partes del mundo, como en Corea del Sur con otras enfermedades contagiosas.

Actualmente, se especula con hacer extensivo el uso de pasaportes sanitarios inteligentes, como Hi+Card, con los cuales, los usuarios podrán movilizarse libremente por los distintos puntos de control dispuestos a nivel mundial por la crisis del coronavirus. Se trata de una aplicación móvil que almacena registros médicos de forma segura y encriptada en la blockchain, creando un perfil único para cada usuario mediante un ID digital legal emitido por una Autoridad Nacional, donde una entidad sanitaria sube la información médica sobre el paciente sin la posibilidad de alteraciones o manipulaciones.

Contratos

Otro de los usos más comentados: los smart contracts. Se trata de contratos en forma de código que se autoejecutan si se cumplen ciertas condiciones. Por ejemplo, si se vende un departamento a través de esta tecnología, los nodos ejecutan la función del smart contract cambiando así el título de propiedad al usuario comprador y haciendo una transferencia con el valor de venta al antiguo propietario de forma automática y transparente. Cobraron particular relevancia recientemente a causa de las cuarentenas, por ejemplo, para generar contratos de trabajo.

Compras online

Una de las aplicaciones prácticas de esta tecnología y que ya ha entrado en funcionamiento es aportar plena confianza en el proceso de compras online, ya que permite al destinatario final conocer todo el proceso de producción del producto o servicio, desde su fabricación hasta su distribución final. Es así como, gracias a la Blockchain, podríamos decir adiós a las falsificaciones o a las estafas online con las que se encuentran miles de consumidores a diario. Un caso similar con respecto a la trazabilidad de los estadíos de producción tiene que ver con los productos comestibles, como ser un lácteo: dentro de la Blockchain se puede consignar toda la información vinculada con la producción de ese alimento, desde el momento en el que se extrajo la leche del animal hasta que llegó a la góndola de un supermercado.

Videojuegos

Las cadenas aportan dos formas de valor a los videojuegos: por un lado, ofrecen la posibilidad de intercambiar activos digitales entre los distintos juegos, y por otro, permiten realizar trueques de dichos activos entre los jugadores. En otras palabras, se trata de transformar al usuario pasivo del juego tradicional, que se limita a seguir las normas de una estructura cerrada, en una suerte de propietario de elementos digitales (armas, tierras, unidades monetarias, avatares…) que tienen un valor dentro del ecosistema de los videojuegos, y que pueden ser intercambiados.

Uso de datos

Hasta ahora el trato irregular de datos personales por diferentes compañías y/o agencias publicitarias y de comunicación están en el punto de mira para toda la comunidad digital. El uso de la tecnología Blockchain en este campo podría ser la solución a todas estas irregularidades, ya que el usuario queda como único titular y responsable total de sus datos.

La idea que nace de aquí es dar una trazabilidad total de lo que se está haciendo con los datos del usuario, con lo que ningún actor podría beneficiarse de forma irregular y sin permiso previo del usuario. El debate que aparece acá es si el usuario podría cobrar por ofrecer sus datos o por recibir un anuncio, algo que, quizás por ahora, parezca totalmente imposible.

Un caso especial: logística y trazabilidad

Algunas empresas ya reconocen los beneficios de las aplicaciones de la Blockchain en logística y trazabilidad, y han comenzado a experimentar y a implementarla para conseguir una ventaja sin precedentes.

Esto se debe a que la Blockchain es programable, fiable y permite obtener información en tiempo real sobre las operaciones realizadas. ¿El objetivo? Poder actuar lo más rápidamente posible en caso de tener alguna incidencia. Estas características lo convierten en una garantía de calidad para diversos sectores productivos, especialmente en la industria alimentaria (arriba mencionamos el caso de un producto lácteo), pero también se aplica hoy en día al ecommerce, a la farmacéutica, al sector aeroportuario, al agro, entre otros.

Entre sus ejes de aplicación, sobresalen los siguientes:

  • Seguimiento de inventario y stock
  • Seguimiento de estadíos de producción
  • Optimización del transporte y del envío
  • Facturas y pagos
  • Verificación de autenticidad

Hacia la descentralización

Estos son solo algunos de los posibles usos que tiene la tecnología Blockchain, y como vemos, se trata de una tecnología flexible con aplicaciones concretas para mejorar la vida de todos con beneficios como la democratización, la seguridad y la rapidez. Para 2023, por ejemplo, ya se espera que el gasto en Blockchain alcance los US $14.4 mil millones.

Finalmente, queda claro que nos dirigimos hacia un mundo de aprendizaje automatizado, en el que las computadoras pueden actuar sin necesidad de ser programadas explícitamente. Dicho mundo requiere la capacidad de asignar recursos de forma ágil y eficiente, sistemas capaces de autoorganizarse y realizar operaciones. Y la blockchain parece ser la clave para lograr esto. ¿Cuánto falta para que lleguen sus aplicaciones realmente a nuestro día a día?, ¿o acaso ya están acá?